Detectar problemas en las funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, razonamiento)
Identificar puntos fuertes y débiles entre las diferentes áreas de desarrollo
Valorar la presencia de malestar emocional (depresión, ansiedad, agresividad, estrés)
Valorar la presencia de malestar social (aislamiento, acoso, falta de habilidades sociales)
Establecer unos objetivos concretos sobre los que trabajar
Elaborar un programa de intervención detallado acorde a los resultados obtenidos en la evaluación.